Comprar una segunda casa tiene muchos beneficios. Por ejemplo, disfrutar de un espacio seguro para relajarte y pasar las vacaciones; o poseer una inversión que puedes rentabilizar. Sin embargo, antes de decidir si debes o no adquirir un nuevo inmueble, es necesario tener en cuenta cuáles son los gastos e impuestos asociados. Si necesitas recurrir al banco, debes conocer cuales son las condiciones de una hipoteca para segunda vivienda.
Gastos e impuestos por la compra de segunda vivienda:
Además de los impuestos y gastos de compraventa de una casa, existen otros aspectos a los que hay que estar atentos:
- Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI): un impuesto directo, anual, que grava la titularidad de los derechos reales sobre todos los bienes inmuebles localizados en determinado municipio. Asimismo, el valor depende de cada municipio y forma parte de otras tasas municipales que debes aportar.
- Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF): Hay que declarar la segunda vivienda en la renta. Sin embargo, la tributación de tu segunda residencia dependerá del uso, por ejemplo, si está o no alquilada.
- Derrama, para posibles obras destinadas a arreglar los espacios comunes de todos los vecinos;
- Gastos de comunidad de propietarios;
- Tasas municipales, como la tasa de basura; ecotasa.
- Mantenimiento y suministros: luz, agua, entre otros gastos que la vivienda necesite.
Cómo funciona la hipoteca para segunda vivienda:
Aunque los trámites y la documentación necesarios para pedir un préstamo hipotecario para tu segunda casa sean los mismos que para la vivienda habitual, los requisitos suelen ser diferentes. Sobre todo si hay otras hipotecas pendientes. Algunas de las condiciones que pueden cambiar son:
- Porcentaje de financiación: las Entidades financieras no conceden un préstamo hipotecario más allá del 60-75% del valor de compraventa de la vivienda;
- Tipos de interés: Suelen ser más altos, aunque puedan variar según los productos combinados (seguro de hogar, entre otros) que se contraten con el banco.
- Plazo de amortización: los plazos concedidos son más cortos, como máximo 25 años.
- Perfil muy solvente: además, la documentación debe reflejar un perfil muy seguro, con ingresos más elevados, un mayor volumen de ahorros e incluso garantías adicionales (como otros inmuebles).
Por esta razón, lo más aconsejable sería pensar en una hipoteca para segunda vivienda después de amortizar el principal de la residencia habitual o hacerlo cuando queda poco capital pendiente. No solamente porque revela un perfil más seguro, aumentando las probabilidades de que el banco acepte financiar una segunda casa, sino porque además permitir negociar mejores condiciones.
En Nolon, podemos asesorarte en tu decisión de comprar una vivienda. Tenemos varios inmuebles y oportunidades para que puedas elegir la mejor casa para tus planes.